jueves, 14 de mayo de 2015

Ocupación rural

Dentro del llamado movimiento okupa existe una vertiente menos conocida orientada a la ocupación de propiedades rurales abandonadas. Este movimiento tiene sus orígenes en el neorruralismo europeo de los años de 1960 y 1970, pero es en los años de 1980 cuando empezamos a encontrar casos de ocupación rural en España.
Las ocupaciones rurales se hacen generalmente en terrenos estatales, porque los resortes de la administración pública son más lentos y pueden pasar años antes de que se tomen medidas, pero también porque existe la posibilidad de que finalmente podamos pedir una concesión del pueblo ocupado, comprometiéndonos a rehabilitar las viviendas respetando el estilo y materiales originales, como ha ocurrido en Aineto, Artosilla e Ibort, en Huesca.
Aunque es tan ilegal ocupar una propiedad pública, como una privada, desde el punto de vista ético son cosas muy distintas. Los pueblos abandonados propiedad del Estado fueron expropiados en su momento en nombre del “bien común” y no están proporcionando ninguna utilidad a la sociedad. Es, en todo caso, el okupa quien está prestando un servicio, invirtiendo su dinero y esfuerzo en rehabilitar aldeas que son un bien público y que, de otra forma, terminarían desapareciendo.
Aunque desde 1996 la ocupación de lugares abandonados está tipificada como delito de usurpación en el código penal, los juzgados suelen considerar resuelta la cuestión con el desalojo de la propiedad ocupada, archivando la causa a continuación. Es decir, que casi nunca se han dictado las condenas previstas legalmente por el delito de usurpación, menos aún tratándose de pueblos completamente deshabitados y sin ninguna función social.
Muchas ecoaldeas hoy consolidadas iniciaron su desarrollo partiendo de ocupaciones realizadas hace veinte años y, con ello, han demostrado que es una opción viable a tener en cuenta a la hora de asentarse en el medio rural en caso de no dsiponer del dinero suficiente para comprar una propiedad.
Para optar por esta solución hay que estar dispuesto a vivir con cierta incertidumbre porque, de hecho, la única certeza que tendremos es que, probablemente, nunca seremos propietarios de la casa que habitemos. A cambio, podremos dedicar nuestro dinero únicamente a acondicionar la vivienda y a hacer mejoras que de cualquier forma serían necesarias.
Un proyecto de este tipo no debemos pensarlo con mentalidad de propietario, sino como si se tratase de un alquiler sin contrato. Es decir, prorratearemos el dinero invertido entre el número de meses que estimemos vivir allí. El resultado, seguramente, será una cifra ridícula si la comparamos con cualquier alquiler legal y, además, el tiempo siempre correrá a nuestro favor, algo muy positivo si queremos llegar a viejos.
+
De pueblos okupados, comunas hippy, ecoaldeas, neorurales o como se les quiera llamar, sé de cuatro por la zona de Laza-Vilar de Barrio. Ninguno de ellos viene en las “listas oficiales” de pueblos ocupados, y es muy difícil localizarlos si no te acompañan. De hecho, el último, ni sabía de él y lo encontré de casualidad mientras paseaba por la montaña. Y mejor así, cuanto menos gente sepa que están ahí, menos problemas tendrán. Sé de otro aquí cerca, a orillas del Lérez, pero nunca lo he localizado (tampoco nunca me he puesto, la verdad).
También alguna peña que, en vez de en una pequeña comunidad, vive una casa aislada. Así recuerdo dos casos curiosos.
Uno en Francia, en la Auvernia, donde encontramos a un fulano que había restaurado una antigua estación de tren (ignoro el régimen de propiedad) que había quedado abandonada al cerrarse las vías. Especialmente curioso era el invento que tenía para desplazarse: había adaptado una chiva (Citroën 2CV) a los raíles del tren, y de esta forma (marcha adelante y marcha atrás) podía llegar a otros apeaderos abandonados rápidamente. Creo que puse una foto del invento hace tiempo…sí, aquí está.
Y luego el duende de Laza (su nombre de pila es José), un cincuentón de barbas hasta las rodillas que vive solo en medio de la sierra. Una persona absolutamente asombrosa. Compró hace ya bastantes años una enorme extensión de terreno por 10 talegos (era peña casi pelada en medio de la nada, el puto culo del mundo) y, con el tiempo (y cagallón a cagallón, como nos contaba) fue haciendo tierra fértil donde plantó de todo. Frutales, un par de huertas y un terrenito de maría (que le había dado no pocos quebraderos de cabeza con los picolos). Llegar a su casa es increíblemente difícil si él mismo no te dirige, incluso alguna vez he intentado llegar y he acabado perdiéndome en la red de veredas, incluso habiendo estado otras veces. Su casa es una choza de lascas de lousa (pizarra, muy abundante en esas montañas) hecha por él mismo. Más bien una guarida, en que la parte más alta no permite estar más que de rodillas. Pasar las terribles noches de invierno ahí dentro debe ser duro. Me contaba que su casa le había costado veinte duros. Se partía el culo él mismo (supongo que por la cara que debía poner) y luego me explicó que era lo que le había costado una caja de puntas (clavos). El resto eran materiales que había recogido del entorno.
La última vez que le vi, ya hace años, estaba construyéndose otra casa aneja. ¿Quién dice que no se empieza una casa por el tejado? Me comentaba risueño. Me llevó a verla y es cierto. Aprovechando el alero de una roca, lo había prolongado con una estructura de maderas y lascas de piedra para hacer un tejado. Ahora tocaba apilar piedras para hacer las paredes. Al menos, en ella, sí que podrías estar de pie.
Curioso personaje, siempre he tenido por él un gran respeto.
Los de las comunas no, esos son unos dandys en comparación con este fulano. Placas fotovoltaicas, agua corriente, casas bien reabilitadas…se lo tienen todo muy bien montado.
Luego conocí a otro chaval, que decía que iban a hacer lo propio con una aldea despoblada por Trevinca. Entre sus burradas (estaba muy pillao), decía que quería construir una catapulta. ¿Se pondría a cazar jabalíes con ella? ¿Atacaría las aldeas vecinas? Estaba muy mal, pero es este tipo de personas con las que merece la pena relacionarse. Porque la gente es cada vez más aburrida, monótona, remilgada y predecible.
Aps! Que estaba tratando sobre el tema de la okupación de pueblos, un par de enlaces más:
– Okupación rural
– Neoruralismo y okupación rural

No hay comentarios:

Publicar un comentario